El día de anoche aproveche para dar algunos paseos, círculos, tacos y billar por la ciudad dónde vivo, y donde desgraciadamente encuentras más iglesias que sitios para entretenerse.
Pero el entretenimiento radica en con quién vallas, uno puede ir sólo a todos esos sitios, pero no puedes conseguir la misma cantidad de diversión e impedir que la gente te mire de forma extraña.
La noche prosiguió de lo más normal posible, muchas expectativas, y confundiendo constantemente a la gente de afuera.
A pesar de haber comenzado mal (buscar a dos personas en una iglesia en medio de la ciudad, en plena boda y permanecer por unos segundos inmóvil en donde empieza el recorrido del novio, me causo un escalofrío en la espalda).
En conclusión se puede decir que al final fue una buena noche, una noche común dónde pude pasar un buen rato con algunas personas que conocía y que aun me faltaban por conocer. Estos momentos siempre son gratificantes por que siempre dejan algo bueno al final.
Una noche como esta pudo haber resultado mejor, o peor.
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