Pulp Comics

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Untitled

Necesito concentrarme en todas las cosas que brillan en la tenue sombra que rodea mi vida real. Brillan como estrellas y explotan en elipsis en llamas que transmiten pasión por mis poros y después escapan en mis manos al tocar la suave cortina de la noche que adornan tus ojos.

La verdad se ha vuelto una herramienta más para ir en tu busqueda, una razón para conservar la luz pequeña y débil de la estrella que una vez fuiste y que nunca volverás a ser.
Pensando en ti, tu recuerdo se desvanece como sombras en un amanecer. Vuelas lanzando finas plumas que dejas como rastro para volverte a ver. Y mientras el sol se alza en tu prescencia, las estrellas se desvanecen en el manto azul del nuevo cielo que ilumina mi espalda al dormir besando tu almohada que huele a ti.

Dead!

El dilema de la seguridad queda plagado de agujeros de queso en donde se meten las ratas a vendernos ideas pegajosas sobre autos blindados y seguros de vida.
La muerte es en México lo que el pastel de manzana es para las manzanas. Un postre hecho con los restos desbaratados de pobres manzanas que cayeron muy cerca del árbol. No hay forma de escapar, la muerte está cerca, o a veces lejos, en formato de hombres en camionetas armados hasta las calcetas de todo tipo de herramienta de forma fálica que facilitan nuestra ida al más allá o a una prótesis, aunque también viene como una diminuta sombra en un trozo de carne que se atora en la garganta, enfermedades cardiacas producidas por el temor que nos producen los hombres armados, o por accidentes casuales, producidos por un gato que se entrecruza por las piernas al bajar de las escaleras.
Hay más de un millón de maneras de dejar este mundo, pero parece que la que más nos llama la atención es la del asesinato. Demostramos de esta manera que poca importancia le damos a la vida ajena, pero también a la nuestra (por que nos exponemos a ser encarcelados y violados en repetidas ocasiones por otros reclusos para luego morir de VIH o suicidio). La muerte es un extremo al otro lado de un enorme cuarto lleno de vida, es la puerta del pasillo, son los otros dos soportes de la silla, ya que sin ellas entonces dejaría de ser silla, así como la vida sin la muerte dejaría de ser vida.
Parece que vemos la vida como un valor más, una estadística, una chispa ardiente en una hilera de velas del mismo tamaño que brillan débilmente en la noche, bajo el abrazo de la luz de la luna. Morir, dejar que el viento nos purifique, es un evento que apreciamos con mucho entretenimiento en las noticieros, en las notas rojas de los periódicos (“Los mataron por rateros”), algo que retamos y conocemos muy bien pero a fin de cuentas no respetamos y acabamos digeridos en una sociedad aficionada a quemar hormigas con una lupa hasta que nos llegue la hora.

A serious man

A Serious Man es una de esas películas hechas específicamente con el propósito de servir como una de esas obras de arte que hay en las galerías de algún museo famoso en Europa, solo que en movimiento y con uno que otro actor poco conocido que seguro conozcamos de la serie Scrubs.
O tal vez se parezca más a unos de esos trabajos cinematograficos que cumplen con todos los elementos del libro de texto de "como hacer un cortometraje".
La clase de pelicula que se hace para que uno saque un 100 en la clase de Lenguaje Audiovisual y el profe les de una felicitación y se conviertan en la envidia del grupo.
La historia de Job (el tipo más miserable en la biblia después de Jesus) en formato judío norteamericano en los años 50's.
Dirigida por los hermanos Cohen, es la clase de pelicula que uno tiene que ver más de una vez para captar su siniestro y poco alentador mensaje encriptado.