Últimamente he estado escuchando a mucha gente, una vez que abres tus ojos y agudizas tus oídos, puedes ver y saber cosas que no habías visto ni oído. Puedes aprender, reírte, puedes inclusive asustarte de algunas cosas. El ser humano, en especial los jóvenes y varios adultos, lentamente pierden la capacidad de escuchar. No es un don como algunos lo llaman, es más bien una convicción, el escuchar te abre nuevas puertas y te ayuda a conocer mejor a la gente. Claro esta, algunas no quieren ser escuchadas, y no siempre las intenciones del oyente son buenas; podemos fingir que escuchamos a alguien para que nuestros propósitos se cumplan.
Yo trato de escuchar a las personas con el simple propósito de encontrar una respuesta en ellos a mis problemas de la vida diaria. Pero la mejor que he encontrado desde que me dispuse a escuchar a algunas personas es, que uno no está solo.

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