Pocos son los maestros que yo he conocido que de veras amen su empleo. La mayoría solo tratan de salir de sus vidas a traves de nosotros y reprocharnos sus frustraciones en nuestras calificaciones o simplemente nos obligan a sentarnos calladitos y tener que verlos a los ojos por casi una hora en puro silencio.
Hay un maestro en particular que simplemente me deprime su pura existencia, es extraño, y todos los días aparece con una mueca de haber visto a sus padres morir en un incendio.
Nos da una clase llamada "clase de Optimismo" o algo parecido, y todos los días nos incita a que pensemos por nosotros mismos y nos recuerda que el es un dios en su clase, y por lo tanto el tiene todas las respuestas a los misterios del universo.
Eventualmente me puso una calificación muy baja en un trabajo que hice hace poco, y me vi obligado a averiguar el por que de esa calamidad. Pronto me di cuenta de que podía regatear mi calificación y al final del día me sentí menos preocupado del lado escolar pero un poquito consternado por tal vez haber manipulado accidentalmente al profesor en orden de obtener una calificación decente.
¿Es eso bueno o malo?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario