Solo los días son soleados y las noches oscuras, el mundo sigue en su lugar por ahora, sin importar cuantas gripes porcinas, aviares o extraterrestres plaguen al planeta, nada parece cambiar la monotonia de siempre, y con esa me refiero a trabajar y a divertirse cuando los días son libres.
Las estrellas brillan, los suicidas se suicidan, las flores florecen. El orden preestablecido y aburrido de siempre sigue motivando a todos aquellos dispuestos a seguirlo a ignorar todo indicio de desperfecto ya sea en la forma de una bacteria o una cruda en la mañana.
Cuando las personas dejen de ir al trabajo, ese será el día en que las abejas desaparezcan, es decir, el fin de los tiempos.
Pero en cambio, el día en que nuestros instintos animales tomen control enteramente de nosotros, ese será el día en que el amor abundará tanto como la coka-cola en México. El día en que las calles estarán limpias y verdes.
Desearía poder creer que existe un mundo mucho mejor a este, pero que no sea el más alla. Y la única forma de acceder a este mundo, es cambiando las bombillas de nuestros ojos.
1 comentario:
Hola ^^ creo que tu entrada está llena de melancolía, o será solo mi imaginación (?) tu dirás, me ha gustado mucho aquello de el fin de los tiempos y el cese del ejercicio laboral del hombre jaja creo que es muy cierto.
Una noticia, un premio lindo te espera en mi blog, se que ya te deje otros anteriormente pero este es extra especial pues consiste en una palabra para mí de suma importancia. Muchos saludos y que tengas un hermoso día con todo y las flores floreciendo, y los suicidad suicidándose. ^^
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