
El avion tardará en llegar pero me da la oportunidad de ver a todos los demás personajes de otras vidas entrar y salir de las aves de acero y sentarse en estas mismas sillas duras y calientes con la intención de cruzar las piernas y escuchar música en pose de apareamiento por varios minutos.
Esa es la vida de los aeropuertos, un constante dentro y fuera acompañado de un excesivo uso de maletas y mochilas que desgastan los hombros con más eficacia que una patada en la columna.
Tengo un ave de acero esperandome a una hora fija con la misión de llevarme a un destino incierto pero que supuestamente marcará toda mi existencia y me dejará con un buen sabor de boca pero con un doloroso dolor de espalda por culpa de las maletas que llevo conmigo y que tienen la apariencia de mujeres de 10 meses de embarazo.
Have a Nice Day.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario