Somedays

Hagamos una recapitulación de hechos. Ya pasamos la mitad de este año (lo se por que mi cumpleaños 19 esta cada día más cerca y se siente deprimente por que apenas estaba empezando a entender de que tratan los 18), pensemos en planes, ideas, fugas de gas, lo que sea que haga calmar la paciencia de alguien que necesita un poco de distracción ante una semana ocupada y llena de sorpresas. Me he mudado de mi antiguo hogar a un sitio más grande y más agresivo, pero por lo tanto más inesperado.
Es el problema con las ciudades grandes, atraen a todo tipo de gente y a todo tipo de ideas, muchas veces ideas buenas, otras ideas malas, muchas más veces esas ideas son relativas por que varían en el nivel de los escenarios. Ciudad Gótica atrajo a Batman y a todo aquel pabellón de villanos desfigurados, Nueva York no pudo detener la atracción magnetica entre dos aviones y dos edificios. Es lo curioso con las grandes ciudades, eventualmente estás acabaran expandiendose al punto de tragar todo lo demása su alrededor, como un gran y brillante agujero negro que transformará a todo el mundo en algo parecido a las peliculas de ciencia ficción con sables laser.

El punto de este post no es solamente hacer notar mi reciente cambio de techo, sino un recordatorio a mi mismo de que me acerco lenta y sigilosamente a aquella transición tan popular llamada madurez, a la etapa adulta, aquella donde la vida adquiere un nuevo enfoque y empiezo a aceptar los cambios con más sensatez, eso y la barba. Este es el momento en que uno toma la arcilla, el pincel o la llave de tuercas, y comienza a moldear el vehiculo que nos conducira a todos a un mundo que solo conociamos por la televisión, pero que ahora todos conocen por el internet. Crecer.